martes, 26 de noviembre de 2013

Un poema para Guille...








La luna




La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas. 
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo: 
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que nadie lo sepa 
y para alejar a los médicos y las clínicas. 
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido, 
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir


Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver. 
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna 
para cuando te ahogues, 
y dale la llave de la luna 
a los presos y a los desencantados. 
Para los condenados a muerte 
y para los condenados a vida 
no hay mejor estimulante que la luna 

en dosis precisas y controladas



Jaime Sabines – Antología poética México 2005
.


Guillermo Aimar pedalea de Ushuaia a Alaska con sus sueños y proyecto a cuestas y nosotros le dedicamos un poema:



Proyecto Ushuaia Alaska


 
Es una travesía que tiene por fin unir en bicicleta los dos extremos del continente americano. Partiendo desde Ushuaia, la ciudad más austral del continente, la meta es hacer los más de 32.000 kilómetros que separan esta ciudad de Proudhoe Bay, en el Estado de Alaska, E.E.U.U.

El objetivo es ir visitando instituciones infantiles como colegios, hospitales, etc., para compartir en ellas las experiencias y expectativas de este viaje por toda América cuyos límites geográficos son cosa de grandes y no de chicos. 






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