Ha caído el crepúsculo sobre la esquina
donde
suelo esperarme con un violín.
(Una
muchacha, sola de sonatina,
es en
el aire una música gris).
Pasan
los infaltables pájaros tristes
que
el crepúsculo inventa para que a mí...
(Y
esa muchacha siempre sola en su música...
Y yo
siempre esperándome con un violín...)
Pasan
los niños, traen sobre la punta
de su
alegría risas de ta te tí.
(Pienso
que esa muchacha, sola en su música...)
(Pienso
en el crepúsculo, juan, mi violín...)
Pasan
hombres, luchan por su estatura,
por
un pan milagroso de porvenir.
(¡Pero,
muchacha sola, deja tu música!
¡Pero,
juan que me esperas, deja el violín!)
La
vida es roja como la buena sangre.
Dura
y alegre, nunca viste de gris.
Ven,
muchacha, he llegado. Caminaremos.
(Deja
atrás esa música triste.
Con
mi juan, el del triste violín)
Juan Gelman
Extraído
de Violín y otras cuestiones,
Gelman, Juan, Ediciones Gleizer, Buenos Aires, 1956.
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