miércoles, 6 de mayo de 2015

Richard Gwyn por Buenos Aires





Traducción

 
Todas tus historias son sobre ti mismo, dijo ella, incluso cuando parecen ser sobre otra gente. No iba a negarlo, ni a darle el gusto de tener razón. Así que cité a Proust, quien dijo que los escritores no inventan libros; los encuentran en sí mismos y los traducen. Eso pareció resolver el problema y ella se quedó callada.
Hundí mis dedos en un bol de agua perfumada y empecé con el arroz. Un dejo a arcilla y a hojas y a metal me tomó por sorpresa. ¿Qué hay en el arroz?, le pregunté. ¿Caldo de hongos? ¿Cartuchos de escopeta? ¿Lombriz? No, dijo, mirando a través de la luz de la vela, las historias que todavía no has escrito están en el arroz. Debes estar paladeándolas.





Abrir una caja


¿Quién puso esas cajas aquí? Un camino vacío. Árboles dispersos, ninguno dando frutos. Un cielo lleno de nubes que no van a dar lluvia. Ninguna señal de vida humana. Y, sin embargo, esas cajas, alineadas precisamente al borde del camino, depositadas sobre el suelo arenoso en pilas ordenadas. Cajas de cartón sin nada escrito en ellas. Ningún mensaje, o marca, o sello de compañía. Cartón marrón liso, con las partes de arriba plegadas y metidas.

Quienquiera las haya dejado aquí sabía que no iba a llover. Observo las cajas como si esperase que ellas dieran el primer paso. Espero a ver si va a venir alguien: si alguien me está observando observar las cajas, listo para aparecerse de un salto y encararme con un grito airado, acercarse más e insultarme, maltratarme, maldecirme. Puedo oír al hombre, con barba de una semana, oler su transpiración, contemplar su gran vena palpitándole en el cuello. Silencio. Aquí no hay nadie. Ni siquiera pájaros. De modo que escucho los sonidos que aquí no hay y empiezo a oírlos: un griterío a lo lejos, un tractor, el graznido de un cuervo. Cuanto más oigo esos sonidos ausentes, más profundo se hace el silencio. Me acerco a la primera caja, aflojo la parte de arriba. La abro.


Richard Gwyn
             (traducción: Jorge Fondebrider)





Richard Gwyn
 nació y se crió en el sur de Gales, donde nació el 22 de julio de 1956. Poeta, novelista, profesor universitario, y director de maestría en escritura creativa. Fue pescador durante algún tiempo. Realizó estudios de antropología, interesándose por las culturas, músicas y lenguas amenazadas. Entre sus libros de poemas se encuentran: One Night in Icarus Street, 1995; Stone dog, flower red/Gos de pedra flor vermella, 1995; Walking on Bones, 2000 y Being in Water, 2001. También es editor de la antología de la nueva poesía de Gales El ala del Pterodáctilo: poesía galesa del mundo, 2003. Ha publicado su poesía traducida al español, catalán y lituano, y ha leído su obra en muchos lugares dentro y fuera de Gales, colaborando  extensamente con artistas visuales en Gran Bretaña, España y Francia. Es columnista habitual de Poesía Gales, revisa libros para The Independent y ha hablado de su obra en la televisión y la radio. Sus libros más recientes son Sad Giraffe Café, 2010, compendio de poemas en prosa, y The Vagabond’s Breakfast, 2011, un libro de memorias. Poeta invitado al Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires 2015.

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