Caminaré lejos
He
quemado mis dedos
para
escribir un verso
y
echarlo a rodar
por
un laberinto de colores falsos
También
he pensando:
¿Viajarás
un día a otras tierras
para
ser otra piedra de otra tierra?
Pero
¿dónde
está el cielo del que me has hablado?
¿Quién
se ha robado mi sueño?
¿Por
qué la lluvia no riega
los
árboles que he plantado?
Caminaré
lejos
hasta
encontrar mi casa
creo
que allí está el cielo
del
que me hablaste.
Distancia
Conversarías tal vez
con el humo confundido entre la niebla
después de ser fuego.
con el humo confundido entre la niebla
después de ser fuego.
Tal vez
con otro poema,
con otra palabra.
con otro poema,
con otra palabra.
No sé por qué presiento que tú eres distancia
y siendo distancia
eres camino
en ese tren eres el único vagón que viaja sin rumbo.
y siendo distancia
eres camino
en ese tren eres el único vagón que viaja sin rumbo.
Vagón
yo te vi pisando las gotas de otoño,
sentí junto al verso el verdor de sus palabras.
yo te vi pisando las gotas de otoño,
sentí junto al verso el verdor de sus palabras.
Pero tú sigues caminando con tu piel harapos,
dejando traspasar tu rostro con ese polvo
que se dice tiempo.
dejando traspasar tu rostro con ese polvo
que se dice tiempo.
Del
polvo (del libro Ritos de Viaje, 2002)
¿De qué lugar vendrá esta leña?
rastro de visitante tardío
que arrebata
las olas.
Hay un solo cuerpo
coronado
por la espera
visitante de las últimas cenizas.
El primer fuego arderá
la noche
de tierra
húmedos los huesos
se abrirán abismos
en el muro de sal.
Moriré al miedo
buscaré entre las piedras
un trozo
de tiempo.
---
Al cabo de muchos sueños
siento que estamos a punto
de no ser.
Presiento tu soledad en el aire
en la densa bruma
de tu aire.
Es como algo que cae
al río incontenible de mi sangre.
No hago nada
por evitar el vértigo
que diluye mi sombra
cuando bebo un poco
de agua.
Adivino tu presencia
en el remolino invisible
que desnuda mi ausencia.
Alguien traerá la brisa
me indicará el lugar preciso.
¿De qué lugar vendrá esta leña?
rastro de visitante tardío
que arrebata
las olas.
Hay un solo cuerpo
coronado
por la espera
visitante de las últimas cenizas.
El primer fuego arderá
la noche
de tierra
húmedos los huesos
se abrirán abismos
en el muro de sal.
Moriré al miedo
buscaré entre las piedras
un trozo
de tiempo.
---
Al cabo de muchos sueños
siento que estamos a punto
de no ser.
Presiento tu soledad en el aire
en la densa bruma
de tu aire.
Es como algo que cae
al río incontenible de mi sangre.
No hago nada
por evitar el vértigo
que diluye mi sombra
cuando bebo un poco
de agua.
Adivino tu presencia
en el remolino invisible
que desnuda mi ausencia.
Alguien traerá la brisa
me indicará el lugar preciso.
---
Conmovidos por la clara
espesura del alba
hemos puesto a prueba nuestro destino.
Caerá la lluvia
por precipicios olvidados
derramando su humedad entre tus manos.
Yo,
me abrazaré a una estatua de arena
no seré sorprendida
escarbando la basura
en busca de la palabra.
Espero algún signo
que me lleve de regreso
a la infancia del árbol.
Conmovidos por la clara
espesura del alba
hemos puesto a prueba nuestro destino.
Caerá la lluvia
por precipicios olvidados
derramando su humedad entre tus manos.
Yo,
me abrazaré a una estatua de arena
no seré sorprendida
escarbando la basura
en busca de la palabra.
Espero algún signo
que me lleve de regreso
a la infancia del árbol.
Paura
Rodríguez Leytón (1973) Poeta y periodista boliviana, nacida
en La Paz. Ha publicado los libros de poesía “Del árbol y la arcilla azul azul”
(Salta, 1989) y “Ritos de Viaje”, (La Paz, Plural, 2002) ganadora del Premio
Municipal de Poesía de la ciudad de Sucre.
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