El
pájaro de fuego
El
pájaro de fuego
de mi
mente enferma,
este
gorrión gris
que
vive en lo profundo
y me
hace temblar
con su
continuo pío
pues
parece inerme,
necesitado
de amor,
a veces
tiene una voz
tan
tierna y nueva
que
bajo su triunfo
dicto
el poema
Hojas
blancas
Las hojas blancas son la
desmesura del alma
y sobre este sabor
agridulce
querré un día morir,
porque la hoja blanca es
violenta.
Violenta como una bandera,
un abismo de fuego,
y así me compongo
letra a letra a lo
infinito
para que alguien me lea
pero que nadie aprenda
nada
porque la vida es un
sorbo, y sorbo
de vida las hojas blancas
desmesura del alma.
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Padre, si escribir es una
culpa
¿por qué Dios me ha dado
la palabra
para hablar con trémulos
lenguajes
de amor a quien me
escucha?
Ya vieja de años y
senescente
¿dónde hallar una brizna
de hierba buena?
¿Qué sabes de mis
conventos, de la gracia
madura de las santas, de
las grandes
almas locas? ¿Qué puedo yo
encontrar
entre los vivas del hombre
de cultura?
en otra parte está el
canto, en otra parte la palabra
y Dios no la pronuncia.
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Si tú ves a mi hombre
acaricia dulcemente su
frente
es allí donde vive su alto
pensamiento.
Si tú ves a mi hombre
húndele el cuchillo en el
corazón
y hazle salir el coágulo
de sangre
de la mujer que lo ha
engañado.
Si tú encuentras a mi
hombre
mójale dulcemente los
labios,
tiene sed desde hace mucho
tiempo.
Pero si tú ves a mi hombre
tiéndete dulcemente a su
lado
es un hombre que sabe
amar.
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Los
poetas trabajan de noche
Los poetas trabajan de noche
cuando el tiempo no les urge,
cuando se calla el ruido de la multitud
y termina el linchamiento de las horas.
cuando el tiempo no les urge,
cuando se calla el ruido de la multitud
y termina el linchamiento de las horas.
Los
poetas trabajan en la oscuridad
como halcones nocturnos o ruiseñores
de canto dulcísimo
y temen ofender a Dios.
como halcones nocturnos o ruiseñores
de canto dulcísimo
y temen ofender a Dios.
Pero los
poetas, en su silencio,
hacen mucho más ruido
hacen mucho más ruido
que una
dorada cúpula de estrellas.
Alda Merini (Italia)
Nació en 1931 en Milán, donde murió en 2009.
Entre otros libros, ha publicado:
La presenza di Orfeo, Nozze romane y Paura di Dio.
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